A través de la cavidad oral, realizamos numerosas funciones como la masticación
, la deglución, la fonación o, simplemente, sonreír. Así, la salud oral juega un importante papel sobre la salud general y la calidad de vida de las personas.
Tener una boca sana y unos dientes fuertes, nos ayudarán a masticar y procesar mejor los alimentos, favoreciendo la digestión y ayudándonos a mantener una buena salud general. No sólo eso, sino que además, hará que disfrutaremos más del sabor de las comidas.
En muchas ocasiones, tener unos dientes sanos y una bonita sonrisa, influirá sobre nuestra autoestima y nuestra forma de comunicarnos con los demás y, en definitiva, sobre nuestra capacidad para desenvolvernos en la sociedad con confianza y optimismo.
Descuidos en nuestra salud oral o una mala higiene bucal, pueden favorecer el temido mal aliento o halitosis, lo que puede llegar a influir negativamente en nuestra conducta y afectar a nuestras relaciones sociales.
Además, diversos estudios demuestran la relación existente entre la salud oral y enfermedades como la diabetes o enfermedades cardiovasculares, por lo que mantener una adecuada salud bucal puede ayudarnos también a prevenir este tipo de problemas.